MVP

Se utiliza para recopilar información de los early adopters para poner a prueba la idea, mejorar el producto y lanzarlo al mercado lo más rápido posible reduciendo costos de implementación, desarrollo y bajando el nivel de riesgo de un producto final que quizás no sea aceptado por el consumidor objetivo. 

 

En sentido general, el producto mínimo viable no solo reduce los costos de implementación, también evita grandes fracasos y pérdidas de capital. 

 

El MVP proporciona además un conocimiento más profundo del público objetivo y sus necesidades, permitiendo determinar lo que funciona, para destinar más recursos a su desarrollo. 

 

Como conclusión, permite ir construyendo una base de clientes fieles antes del lanzamiento. No obstante, para aportar esos beneficios el producto mínimo viable debe cumplir ciertos requisitos: 

• Diseño: Debe tener un diseño adecuado que facilite su uso y atraiga la atención del público potencial. 
• Usabilidad: Debe ser útil y aportar un valor indiscutible a las personas que lo usarán. 
• Funcionalidad: Debe tener las funciones mínimas necesarias para solucionar el problema de los consumidores. 
• Fiabilidad: Debe funcionar adecuadamente para respaldar la reputación de la marca o empresa entre los early adopters.
  
  

En resumen cuando desarrollamos exitosamente un MVP logramos validar nuestras hipótesis y saber que aquella necesidad que intentamos solucionar tiene un mercado real que valora nuestro producto o servicio.